Bonjour!
El pasado miércoles tuvimos la oportunidad de visitar un clásico café de origen mallorquín y, aunque ya habíamos tenido el placer de visitar en otra ocasión Cappuccino en la Plaza de la Independencia (frente a la Puerta de Alcalá), no dudamos en repetir e ir a su nuevo punto de encuentro en Cappuccino La Moraleja.
Una terraza oasis con aires de bistròt francés y un sol de justicia, nos dieron la bienvenida para tomar asiento y comenzar a ojear la riquísima variedad de su carta.
ENTRANTES
No dudamos en pedir como entrantes un clásico y siempre un acierto, su exquisito foie-micuit maridado con una mermelada de mango, comino y un toque de guindilla. Un mánjar para el paladar.
Correcto el Hummus orgánico, y también muy rico y fresco el trío de tártaros: de atún, salmón y lubina
Para añadir el toque verde, la ensalada kale.
Como cocktail para acompañar los entrantes, nos decantamos por el falso Bloody Mary (sin alcohol) o zumo de tomate preparado. Sin duda, una gran elección.
PLATOS
Continuamos con los platos principales, una más que acertada recomendación, la hamburguesa casera especial cappuccino, con pepino, queso y bacon entre los ingredientes que no pueden faltar.
La pizza organic ‘Xeixa’, la clásica prosciutto con una especial mención al jamón dulce de Praga y su tomate casero…mmhh! Esos cuyo sabor es difícil encontrar en los restaurantes de Madrid.
Probamos también el pollo de corral con risotto de quinoa, una nueva incorporación en su carta que nos pareció la opción más healthy por su concepto y sabor.
Nos quedamos con ganas de hincarle el diente a su burger de lubina fresca. ¡Tenía un pintón! Así que nos la anotamos para la próxima.
POSTRES
Finalmente llegamos a los postres, maridados con exquisitos cafés. Por un lado el pastel de chocolate con helado de vainilla, por el otro, el pastel de queso con fresas y frutos del bosque (cheesecake). A destacar su finísima base de galleta. ¡Deliciosa!
Fue una experiencia muy agradable. Con G de Gastronomía.
¡Nos leemos pronto!