MASTERCHEF: Rabo para todos.

Ayer llegué tarde de nuevo a esta cita nuestra. Qué le vamos a hacer. El caso es que cuando sintonicé TVE pasó algo muy raro. La gente no hablaba normal, se les entendía a duras penas. Todos iban a caballo. Por un segundo pensé que podía ser Juego de tronos, Dothrakis hablando su lengua, pero no iban semidesnudos y con tatuajes, sino todos con chalecos y sombrero. Luego se pusieron a hablar de comida, volvieron a mencionar a los caballos, y uno gritó ¡mujeres!, como si estuviese poseído. Ahí la única opción que me parecía una posibilidad era haber viajado al pasado, como Marty McFly. ¡Maldita sea Doc, tenemos que volver al futuro! ¡Esto es horrible!

Pasé por alto la opción más evidente: era Andalucía. Esa fortificación contra el siglo XXI. Resulta que habían llevado a los aspirantes a Jaén o a Jerez (qué más da eso) a cocinar una barbacoa. Les salió bastante bien la jugada, una vez más brillaron José Luis y Pablo, algo que los sitúa como claros favoritos. Ganó el equipo azul pero por ¡minucias!, ¡podría haber sido cualquier equipo! ¡cualquiera en el que estuviese Natalia!.

Pablo había ganado la inmunidad al inicio, así que la eliminación fue entre Dania, Ángel y Reichel. Reichel, que al parecer se escribe así, y no Rachel. Consistía cocinar un rabo de toro. Amigos, el acabose. Como niños en un Toisarás, como palomas en el parque, como concursantes de Gran Hermano en un mercadillo con bragas a mitad de precio, todo el mundo se lanzó a la broma fácil. Eva habló de la lástima que le daba no probar el rabo de Ángel. Las andaluzas decían que ellas en vez de rabo usaban la palabra cola, porque si no aquello del «mete el rabo» y «saca el rabo» podía dar lugar a errores. La broma meta evolucionó cuando la propia web de RTVE titula así los vídeos. Puntos suspensivos, puntos suspensivos, wacha gonna do, wacha gonna do.

La prueba se ve que no generaba mucha confianza. Para reforzar y vender el aceite, llevaron al actor Javier Gutiérrez, aunque por su estatura también podía haber ido a promocionar el campamento. Al hombre lo conocen seguro, porque como cada actor español excepto Gabino Diego, sale en absolutamente todas y cada una de las películas que se hacen. Pues todavía era aburrido. Así que bajaron al resto de participantes a cocinar ensaladas, algo que siempre levanta la moral. Es venirse una fiesta abajo y ¡bum! un poco de lechuga, unos tomates, y la peña se vuelve loca. ¡Pásame el vinagre! ¿le vas a echar quinoa? ¡cuidado con eso tío que lo estás cargando mucho! Y así.

Se marchó Dania, la única que me sigue en Twitter. Vamos, era obvio que Dania no iba a ganar este concurso. Pero, hay miedo: la semana que viene tenemos repesca. Puede volver (léase con voz de tráiler) «la vieja quejica», «la deportista loca», «el flequillo malvado» o «toda esa gente que te da absolutamente igual y que no sabías que se había marchado, o que alguna vez había estado aquí».

Pues allí estaremos. ¡Abrazos gastrónomos, que sueñen con Natalia hasta el miércoles que viene!

by Santi Alverú